domingo, 18 de diciembre de 2016

Trekking por Dolomitas, de Bressanone a San Candido - 7ª Etapa: Ref. Faloria - Ref. Cittá de Carpi (Julio 2016)

Otra bonita etapa. Cruzamos el grupo Sorapis por un entretenido collado de los de "alta montaña", equipado aunque yo diría que sin nieve no lo necesita, y visitamos las azules aguas del lago Sorapis, alimentadas por su glaciar. 
Lago Sorapis. Sobre él, la zona de la Punta Sorapis.
Luego, cuando la pendiente cambia y nos estamos cansando de subir por el bosque, aparece el Refugio de Cittá di Carpi con el grupo Cadini a sus espaldas y no puedes más que pensar que el esfuerzo realmente ha valido la pena. Una vez más sacamos las cámaras, sacamos los móviles y venga, a hacer fotos.
Grupo Cadini desde la entrada del refugio. Preciosa postal a pesar de las nubes.
Fecha: 10-07-2016
Montañeros: 2
Distancia: 17,17 km
Desnivel positivo: 1.009 m
Desnivel negativo: 722 m
Duración (con paradas): 8 h 30 min
Recorrido: Refugio Faloria (2.123 m) - Ref. Tondi (2.327 m) - Forcella Faloria (2.039 m) - Sella di Nera (2.636 m) - Lago Sorapis (1.925 m) - Val Bona (1.350 m) - Cristallo Albergo (1.377 m) - Maraia Bassa (1.735 m) - Bus de Pogofa (1.959 m) - Forcella Maraia (2.100 m) -Refugio Cittá di Carpi (2.110 m).

Dificultad: Fácil. Sendero equipado en la bajada del collado de Punta Nera.
Track en Wikiloc:http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=14418415

Nos despedimos del refugio Faloria. No nos da pena dejarlo. Echamos a andar, ascendiendo (Este) por el borde derecho de la pista de esquí en dirección al refugio Tondi y a la Forcella Faloria después (sendero 223). Las vistas de las Tofanes y del Monte Cristallo, a nuestra espalda según subimos, nos reconcilian un poco con la zona y nos hacen olvidar el refugio.
Echamos a andar, aún a la sombra del Refugio Faloria, ascendiendo por la pista de esquí.
El refugio Faloria y, al otro lado del valle, el monte Cristallo.
Tambien dejamos al otro lado del valle las Tofane. Cortina no se ve, queda ya muy abajo.
Tras un flanqueo de un promontorio llegamos a la Forcella Faloria donde abandonamos el sendero 223. A nuestra derecha se abre un circo con laderas de piedras suelta en la que se dibuja un sendero (sendero 215) que va subiendo en diagonal por la ladera, según le dejan espacio las paredes verticales de las cimas, hacia la Sella di Nera (Sur).
Por esa pared vamos a ir...parece que no, pero se puede. La Sella di Nera justo a la izquierda de la cima más alta de la foto, no la marcada "V" a su derecha, como pensábamos nosotros.
Salvamos el promontorio por la izquierda para acceder a un pequeño collado.
Las vistas al Norte, el Monte Cristallo, se mantienen impresionantes.
En el collado no hay duda, el camino va a ir por la pedrera de la izquierda de la foto.
Nos lo tomamos con calma, al principio se avanza bien, pero según vamos subiendo el terreno está más suelto e incluso habrá que poner las manos en algún punto. Ya cerca del amplio collado que veíamos desde abajo aparecen algunos neveros. Afortunadamente es en la zona donde la pendiente se suaviza, por lo que los  cruzamos sin problemas y salimos a un primer amplio collado donde el sendero gira a nuestra izquierda, ascendiendo hacia una pequeña brecha en la arista que baja de la cima del Punta Nera, dejando la Punta Nera a nuestra derecha.

Tras salvar algún nevero, cuando el sendero se introduce en la corta canal que nos lleva a la brecha, aparecen escalones y alguna grapa que nos ayudan a llegar al collado (Sella di Nera).
Comenzamos por la pedrera. Al principio bien.
Y echamos un último vistazo al Cristallo. Las primeras nubes empiezan a agarrarse a las cimas ¿se estropeará el día?.
Ya más arriba el terreno está más suelto, pero se avanza.
Cerca del primer collado aparece la nieve. Afortunadamente ya estamos en una zona llana, por lo que los salvamos sin problemas.
De ese primer collado giramos a nuestra izquierda (Este) y nos dirigimos a una brecha.
Los neveros podrían haber sido problemáticos, afortunadamente se han retirado lo justo para liberar el sendero.
En los últimos metros a la Sella Nera aparecen escalones hechos con troncos.
Sella Nera. Ahora toca bajar.
Parece mentira, pero alguna que otra flor es capaz de crecer entre tanta piedra.




Continuamos por el sendero, ahora en decidido descenso hacia un nuevo circo  por un terreno a ratos de buena roca y a ratos con tramos deshechos. Nos encontramos cable en algunos puntos, algunas grapas haciendo de escalones e incluso escalones metálicos que nos van marcando el camino a seguir, cerca siempre de las paredes verticales del Punta Nera, a nuestra derecha.
Desde la Sella de Punta Nera. Tenemos las agujas y las paredes verticales de Punta Nera a nuestra derecha, y en frente, la Croda Marcora y la Punta Sorapis.
Iniciamos el descenso. Esas pedreras que se ven abajo nos llevarán a la zona llana del circo.
Grapas y cable nos ayudan en la bajada. El equipo en la mochila, ya que no presenta ninguna dificultad.
A nuestra derecha las paredes verticales de Punta Nera.
Abajo (Este), un circo al que nos dirigimos y mucho más abajo, el lago Sorapis por el que también habremos de pasar.
A nuestra izquierda, la cresta entre Ra Seleta y Ra Zesta.
Curiosos los escalones. Uno se pregunta si, al menos en verano, ayudan o no.
Nos mantenemos en el sendero, junto a la pared.
Y por si acaso, siguiendo las marcas de pintura y las zonas equipadas, que en estos terrenos deshechos es fácil liarse.
Cuando el sendero deja de descender e inicia un flanqueo hacia la derecha buscamos un punto por el que acceder a la ladera de piedra suelta y, dejando el sendero que nos daría una vuelta hasta el fondo del circo, nos lanzamos directos hacia abajo (rastros de senda). Como casi siempre, una maravilla en descenso sino fuese por las piedras que se meten en las botas y con total seguridad un infierno en ascenso.
Accedemos a la pedrera y bajamos directos...
...para acceder a la zona llana del circo. La salida del mismo está clara.
Llegados a la zona llana del centro del circo mantenemos dirección hasta dar con el sendero que viene del fondo y que nos lleva hacia nuestra izquierda, hacia la salida del circo, del que saldremos por la derecha. Según iniciamos la bajada encontraremos arriba a nuestra derecha, en un pequeño circo de paredes verticales, el glaciar que alimenta las aguas del lago Sorapis y del que además de agua caen piedras de buen tamaño.
Nos dirigimos a la salida del circo.
Miramos atrás al dejar el circo. Nuevas nubes, de momento algodonosas, van apareciendo a nuestra espalda.
Y a la derecha, el glaciar, encajonado entre paredes verticales, que alimenta el lago Sorapis.
Dejando la profunda huella del glaciar y su morrena lateral a nuestra derecha,  y ya con el lago a la vista, descendemos siguiendo el sendero 215 por la izquierda del valle hasta llegar a su orilla.
Seguimos el marcado sendero en la morrena, afortunadamente en bajada ya que presenta zonas de pedrera suelta.
Enseguida asoma el lago. Llama la atención por el color de su agua.
La morrena nos separa del profundo surco del glaciar, por el que rueda alguna que otra piedra de forma espontánea.
Llegando al lago nos volvemos a mirar la bajada que acabamos de hacer. Curiosamente todos parecen hacerlo en la otra dirección,y no tiene pinta de ser cómodo en subida.
El lago está hasta arriba. Las orillas están copadas por excursionistas y los más atrevidos incluso se dan un baño en sus aguas azules.  Así que nos detenemos solo para las fotos, continuando por el sendero que deja el lago a la derecha, sendero tan abarrotado como la propia orilla. Una vez superado el lago llegamos a una bifurcación. Tres senderos salen en este punto, uno de ellos, el de la derecha, hacia el Refugio Vandelli. Nosotros seguimos el del centro, el 217.
El lago Sorapis, con una zona llana en su lado Sur donde la gente aprovecha para bañarse.
Nosotros dejamos el lago a nuestra derecha, recorriendo su orilla por un transitado sendero,...
...aprovechando para sacar las típicas fotos con las agujas sobre el lago.
Y al otro lado del valle (Norte) nuestro destino del día, el grupo Cadini y ¡Sorpresa, sorpresa!, detrás, a su izquierda, las Tre Cime di Lavaredo, la meta para pasado mañana.
El sendero desciende decidido, primero por bosque y después entre pinos más pequeños, donde se nota el efecto de las avalanchas, dejando el arroyo que desciende del lago a nuestra derecha. Salva un par de murallas, donde  podemos ver alguna cascada y donde nos encontramos de todo, incluso alguno subiendo con su nevera a cuestas.
En el cruce tras el lago seguimos el 217. El refugio está al lado, pero nosotros no nos acercamos.
Salvamos un par de  grandes "escalones". La cascada queda lejos, pero tiene buena pinta.
Para salvar la muralla el sendero dibuja unos marcados zigzags...
...que nos deja en una zona llana, que pronto da paso al bosque.
Cuando la pendiente se suaviza, en una zona despejada, encontramos una surgencia en la que cargar agua, muy necesaria ya que el día se ha puesto caluroso y el bochorno amenaza tormenta. Luego el camino se vuelve a meter en el bosque descendiendo hasta una pista donde seguimos hacia la izquierda, llevándonos a Val Bona, una zona despejada con prados y a su correspondiente barrera cerca de la carretera.
Tras un rato de sendero por el bosque tomamos una pista a nuestra izquierda.
Por supuesto hay señales. En este caso, nos marcan el camino al Sorapis, de donde venimos, y al refugio Vandelli.
La pista nos conduce a una zona de pastos,...
...es la zona de Valbona, con su barrera y su parking.
Al otro lado, un restaurante (Albergo Cristallo) donde paramos a comer algo. Tenemos el lujo de contar con una camarera que habla español (lo está estudiando, el examen es en unos días así que le viene bien practicar) y de un buen tejadillo en la terraza, ya que la tormenta ya está aquí y descarga mientras comemos.
Terraza del Albergo Cristallo. Aquí, con el menú del día, pasamos la tormenta.
Cuando la tormenta amaina descendemos unos metros por la carretera, manteniéndonos en el lado del restaurante, hasta el inicio de una pista (cartel indicado, sendero 1120) que sale en perpendicular.  Enseguida la pista se interna en el bosque y se desvía por un sendero a nuestra derecha (nosotros nos lo saltamos, y tuvimos que volver ya que la pista continuaba hasta una casa de madera, pero allí acababa).

El sendero nos conducirá a una nueva pista que va subiendo poco a poco por el bosque. Siguiendo siempre las indicaciones de los postes hacia el Città de Carpi  (sendero 120) pasaremos una serie de cruces de pistas. La humedad tras la lluvia, el calor que aún se mantiene y, aunque la pista sube poco a poco, los 700 metros de desnivel desde la carretera hacen que nos tomemos la subida con tranquilidad.
Poste indicador en el cruce con la carretera. Seguimos el 120.
El inicio es por pista y entre prado, aunque rápidamente se internará en el bosque.
Antes de entrar en el bosque miramos al otro lado del valle. Entre las nubes de tormenta la Punta Sorapis y la muralla por la que hemos bajado a la carretera.
Como ahora no llueve y vamos bien de tiempo, que menos que pararnos a sacar fotos de las flores.
La pista presenta unos cuantos cruces. Afortunadamente todos ellos están perfectamente balizados.
Parte de la subida es por pista asfaltada.
Aunque ya en la parte final tendremos pista de tierra...

...que se mantendrá hasta salir del bosque, ya llegando al refugio.
Pero el panorama del final vale de sobra la pena. Tras un tramo más empinado y unos últimos metros manteniendo cota  aparece sobre nosotros el Refugio. Tras él, el grupo Cadini de Misurina, con las nubes de la tormenta todavía agarradas a sus agujas y con rayos de sol que se cuelan entre ellas. El pequeño refugio, con su revestimiento de madera, y las agujas detrás componen una postal  inolvidable. Tampoco son desdeñables las vistas al otro lado del valle, hacia Antelao y  Sorapis.
Últimos metros del día, ya tenemos a la vista el refugio y las preciosas agujas del grupo Cadini.
Algunos rayos de sol surgen entre las nubes e iluminan la zona de Antelao-Sorapis, al otro lado del valle.
Un grupo de ciclistas parece que opina lo mismo que yo, las vistas merecen la pena.
Aunque si me tengo que quedar con alguna vista, las agujas del grupo Cadini.
La pena es que no hacía buena tarde, pero la terraza parece un sitio perfecto para ver como cambian de color con las últimas luces del día. Nos tendremos que conformar con las fotos de la mañana.
El refugio es pequeño y de nuevo estamos casi solos. Otra pareja y nosotros, así que el trato es como en casa, dándonos a elegir entre el menú o la carta (básica), compartiendo luego con los guardas y su familia conversaciones de mesa a mesa mientras cenamos.

2 comentarios:

  1. Matius, de nuevo gracias de parte de los ocho que esperamos seguir vuestros pasos este verano, uno de ellos me dice al informarle de que has subido la etapa 7: "Acabo de bajarmelo y lo estoy editando como los otros. Cada vez me gusta mas y lo veo más interesante"...

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    1. Gracias a vosotros por el interés y los comentarios. Ya siento no publicar más de seguido, pero paciencia, que ya no me queda mucho para acabar.

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