domingo, 23 de noviembre de 2014

Gabietos y Taillón por la cresta SO (06-09-2014)

Como para casi mucha gente, entre nuestros primeros tresmiles estuvo el Taillón, solo que nosotros, sin conocer mucho lo que había por allí y fiándonos de las palabras de un par de montañeros con los que coincidimos en la Gite, y sin más referencia que esa, seguimos para hacer los Gabietos  y volvimos por Salarons, cruzando hacia la Forqueta por una cornisa marcada por un gran hito.

Eran tiempos sin GPS, justo el mapa de Alpina donde no aparecía esa opción (en TopoPirineos 5 por ejemplo ya está), y mucho más importante, con bastante menos experiencia en montaña por nuestra parte. 
Taillón y Gabietos, desde el Col de Tentes
La bajada por la canal de la Forqueta del Gabieto nos pareció casi imposible, aunque evidentemente bajamos,  y aún me pregunto cómo cruzamos, por ejemplo, algunos pasos como el del collado del Gabieto. 

Aquel día todo salió bien, vimos los hitos, acertamos en los cruces, pudimos salvar las dificultades en la cresta y del terreno…así que con ese buen recuerdo volvemos varios años después. Realizaremos la cresta SO de los Gabietos, luego el Taillón y volveremos cruzando la Brecha de Roland al Col de Tentes, de donde habremos salido.

Recorrido: Aparcamiento Col de Tentes- Puerto de Bujaruelo- Forqueta del Gabieto- Barranco del Gabieto  Cresta SO de los Gabietos- Gabieto Occidental (3.035 m)- Gabieto Oriental (3.031 m)- Cuello del Gabieto - Pico Royo (3.020 m)- Taillón (3.144 m)- Brecha de Rolan- Refugio de Sarradets- Puerto de Bujaruelo- Aparcamiento Col de Tentes. 
Fecha: 06-09-2014
Distancia (ida y vuelta): 15,28 km
Desnivel (positivo): 1.243m
Duración (total, con paradas): 7 h 52 min
Dificultad: Moderada. Trepadas en la cresta (II?) y pasos aéreos. 
Enlace a track en wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=7905209
   
Dejamos el coche en el Col de Tentes, echando a andar a eso de las 7:30 de la mañana. El parking está aún casi vacío así que esperamos ir en solitario. Por la carretera hasta el puerto de Bujaruelo  solo vemos a un pastor con un par de perros, a muy buen ritmo, y un trio de franceses que salen prácticamente a la vez que nosotros y, sorpresa, no van a la Brecha, también van hacia la Forqueta, aunque ellos no van a hacer la cresta.

Los primeros metros, hasta el Puerto de Bujaruelo, son por la pista, con un primer tramo aún con un pasillo asfaltado. En el puerto giramos a nuestra derecha, hacia Bujaruelo, y bajamos unos metros por sendero, manteniéndonos pegados al lado izquierdo (ojo, no confundir con el camino de Bujaruelo, señalizado, que desciende por el centro del valle en su inicio). En seguida el sendero salva una subida por una vira en la roca para salir a la ladera por la que faldeamos cruzando alguna pedrera, prado y más pedrera, por sendero muy marcado y con la Escuzaneta frente a nosotros. 
Restos de la pista hacia el Puerto de Bujaruelo.
Acabamos de cruzar el puerto hacia el lado español y tomamos el camino tras unos primeros metros en bajada remonta por la ladera de nuestra izquierda.
Flanqueando hacia la Escuzaneta.
Vistas del Vignemale desde la subida.
Cuando se abre el valle de la Escuzaneta giramos a nuestra izquierda. Al fondo, a la derecha del pequeño valle, y aún no visible, tenemos la canal de la Forqueta del Gabieto y cerrando el valle, frente a nosotros, la arista Occidental. 

Vamos primero por el centro del valle para pasar luego al lado derecho, convirtiéndose la ladera en una pedrera no demasiado deshecha que nos deja al inicio de la canal. Subimos por su lado izquierdo, senda, para salir a un nuevo valle (¿y esto fue tan difícil aquella vez? Visto con los ojos de ahora no me lo explico).
Al fondo, a la derecha, la canal de la Forqueta del Gabieto.
Subiendo hacia la Forqueta. La canal es una pedrera con marcado rastro de senda.
El sendero gira a la izquierda y por unos metros se mantiene paralelo y cerca de la arista, avanzando por terracitas en dirección Este y perdiendo cota poco a poco (más vale estar atento a los hitos, de seguir por la cresta nos metemos en una cresta AD). El sendero nos va llevando al inicio de un nuevo valle que se abre a nuestra izquierda, con una gran pedrera blanca inconfundible cerrándolo y con la cresta Occidental a nuestra izquierda.
Acabamos de superar la Forqueta del Gabieto.
Seguimos los hitos, perdiendo algo de cota, hacia el valle que se abre a nuestra izquierda.
Nos internamos en dicho valle abandonando el sendero más marcado que se va de frente (Faja del Gabieto), ese camino bordea hacia el Este por una serie de amplias cornisas y canales para dejarnos en los llanos de Salarons, desde sin demasiadas dificultades podríamos subir tanto a  los Gabietos por su cara sur,  como al Taillón. Este es el camino que, en la otra dirección, seguimos hace unos años, pero hoy queremos algo más de dificultad, así que nos internamos en ese valle, Barranco del Gabieto, a nuestra izquierda, manteniéndonos cerca de su centro. No vemos apenas hitos, pero el objetivo es claro, hay que llegar a la pedrera blanca del fondo la cual nos dejará en la arista SO.
Al fondo, en el centro del valle, la inconfundible pedrera blanca que tanto nos costará superar.
Al principio del valle vamos bien, hay pequeños bloques por los que avanzamos a buen ritmo pero en cuanto comienza la pendiente de verdad, y no es necesario haber llegado a la zona más blanca, comienza el martirio, martirio que se hará insoportable al llegar a la zona más blanca, caliza deshecha, donde desaparecen los rastros de sendero.
Remontando por el valle. Aquí las pedreras aún son soportables. Lo peor está por llegar.
Es una pedrera deshecha como pocas y con mucha pendiente, de esas en la que no sabes por donde acertar ni ves una senda marcada que te proporcione algo de base.  Lo intentamos por la derecha, pegados a la pared, por una especie de corredor, y no vamos a gusto. Nos salimos algo más al centro, pero manteniéndonos junto al corredor de la derecha, para agarrarnos a la roca. Así poco a poco vamos subiendo, un paso para adelante, dos para atrás…y tirando de brazos cuando la roca nos da algún agarre. Al final, vuelta a la derecha. Los últimos metros se suavizan y finalmente alcanzamos la arista. La verdad es que se nos ha hecho largo, y no parecía que estaba tan lejos, pero nos ha costado 2 horas y media llegar hasta aquí.
Subiendo por la pedrera. Nosotros optamos por subir por nuestra derecha, pero no porque estuviese claro que era más transitable, simplemente porque el sendero nos dejo ahí.
Aunque no se aprecia bien, prácticamente subiendo a cuatro patas. Aquí ya estamos bastante arriba y vuelve a aparecer una marcad senda indicándonos que lo pero ya está superado.
Según hemos llegado al collado la arista la tenemos a nuestra izquierda (Norte). Unos tres o cuatro metros tranquilos y ya tenemos la primera pared. Me parece ver un hito (seguro que eran un par de piedras caídas una sobre otra), así que tomamos la primera dificultad por todo el medio, trepando por una corta chimenea justa de agarres y esa roca tipo hojaldre que nunca sabes si va a aguantar. Subir subimos, pero no sé si bajaría. Una vez casi arriba, a nuestra izquierda un paso en una estrecha cornisa por la que seguir, eso o trepar a lo más alto. Veo tanta caída que prefiero seguir trepando.  Y arriba descubrimos que lo siguiente es una brecha y que para bajar lo que tenemos de frente es un  muro de dos-tres metros  extraplomado.  Nos miramos asustados, ¿Dónde nos estamos metiendo? ¿Esto es un PD?.
Justo en el collado miramos a nuestra izquierda. La cresta comienza con la zona blanca que se supera sin problemas. Y al comenzar la zona marrón, justo en el centro, tenemos la chimenea que significó para nosotros la mayor dificultad del día.
La chimenea, ahora de cerca. Lo dicho, puede merecer la pena explorar si por la ladera de la derecha se puede salvar.
Afortunadamente hacia la derecha sale una cornisa en bajada por la que, primero de pie y bien agarrados a la roca y sentados  cuando aparece algo de techo, conseguimos acceder a la brecha algo más abajo, por su lado derecho. (Revisando la información en internet parece que hay una terracita a la derecha de esta primera dificultad que te permite salvarla y que acabaría justo donde nos ha dejado esta cornisa. Aunque la descripción que he visto no dice mucho, avisa de que es expuesta y deshecha, y por lo que vi, parece acabar justo donde nos dejó la cornisa. Si tuviera que volver a pasar probablemente exploraría esa opción).
Mirada atrás. Por esa cornisa en descenso es por la que descendimos a la brecha.
Remontamos los escasos metros que hemos descendido y nos volvemos a encaramar en la cresta. Los hitos nos llevan ahora hacia la izquierda, donde nos encontramos una especie de placa con muchas fisuras y bastante pendiente por la que trepamos.
Tras retornar a la cresta seguimos por la ladera izquierda y esta placa, vertical pero llena de fisuras, es lo que nos encontramos.
Trepando al inicio de la cresta. Abajo, al fondo, la pedrera blanca y a la derecha, uno de los hitos que nos guiarán en la ascensión.
Siguiendo los hitos nos mantenemos en el lado izquierdo, unos metros por debajo de la cresta, ascendiendo  para encontrarnos enseguida, tras un pequeño flanqueo hacia la izquierda, con unas chimeneas verticales paralelas que ascienden a la parte superior de la misma. No localizamos los hitos por este punto, así que optamos por una de ellas, concretamente la segunda, la cual, tras una trepada,  nos deja ya en la misma cresta, cercanos al punto donde se une por la izquierda la cresta Occidental.
Las chimeneas más o menos paralelas que nos devolverán a la parte superior de la cresta,
Retornando a la parte superior de la cresta. Se aprecia que hay mucha roca suelta.
A partir de aquí la pendiente se suaviza y nos encontramos unos cuantos metros de cresta con patio a los dos lados, aunque en general no hay sensación aérea. Avanzamos como siempre con cuidado, empleando las manos para salvar algunos obstáculos, pero sin dificultades relevantes, llegando a la cima del Gabieto Occidental (3.035 m; 3 h 30 min).
Apenas nos queda para llegar al Gabieto Occ. La pendiente se suaviza y tenemos por delante unos metros de cresta estrecha y con caída a ambos lados. Al fondo, el Taillón
Salvando los últimos metros hacia el Gabieto Occ.
Toca seguir por la cresta. Descendemos hacia una especie de collado entre ambos Gabietos, así que luego nos toca volver a ascender. De nuevo nos pide poner la mano en algunos puntos, por aquello de asegurar, pero no hay pasos de consideración. Finalmente llegamos a la cima del Gabieto Oriental (3.031 m; 3 h 50 min).
El promontorio del Gabieto Oriental, visto según avanzamos por la cresta. Al fondo, el Taillón.
Mirada a nuestras espaldas. Cresta desde el Gabieto Occidental.
Y mirada al frente. Nos vamos acercando al Gabieto Or.
Curiosa la ladera hacia el Noroeste, parecen bolas apiladas, del Gabieto Occ.
Cima del Gabieto Oriental. Al fondo, el otro Gabieto.
Manteniéndonos en la cresta, ahora amplia, o en su lado derecho (vertiente de Salarons) bajamos andando hasta el Collado del Gabieto. Aquí nos encontramos un paso de unos pocos metros,  estrecho y con caída a ambos lados. Lo superamos por arriba extremando precauciones (la piedra no tiene buena pinta) y ya está. Se acabaron las dificultades por hoy.
Acercándonos al Collado del Gabieto. Al fondo el Taillón, y a la derecha de la foto, arriba, la cornisa que nos llevará al Pico Royo.
Mirada atrás. Los dos Gabietos y la cresta que los une.
Seguimos el sendero abandonando la cresta. El sendero (hitos, senda marcada) gana altura poco a poco por terreno inestable e inicia un flanqueo hacia el este que nos conduce a una cornisa que nos deja en la cima (según TopoPirineos) del Pico Royo (3.020m; 4 h 20 min).
Abandonamos la cresta y nos metemos por sendero en una pedrera. Flanqueamos hacia la derecha, para tomar una cornisa.
Cornisa hacia el Pico Royo.
Disfrutamos ya de las vistas de toda la línea de cumbres, desde la Torre al Marboré  y cerrando por el Este, Cilindro, Perdido y Añisclo. De  paso, también aprovechamos para repasar la cresta recorrida en el día de hoy y que tenemos hacia el Oeste, al otro lado del valle.

Vistas hacia el Este. El año próximo sin falta el Perdido y alguno más de su entorno.
Desde el Pico Royo, resto de la subida al Taillón.
La cresta del día. Vistos desde el Pico Royo, el collado, la primera dificultad, el resto de cresta y el Gabieto Occ...
...continuando con el Gabieto Or,. Al fondo, el Vignemale.
Desde aquí seguimos ascendiendo hacia el Norte por el ahora crestón (rastros de senda) que nos deja en la cima del Taillón (3.144 m; 4 h 40 min).
Subiendo hacia el Taillón. Lo que queda es una simple cuesta.
Desde el Taillón, el par de Gabietos.
Últimos metros.
Cima del Taillón. Impresionantes vistas de las cimas del circo de Gavarnie y más al fondo, de las Tres Sorores.
Por supuesto, se acabó la tranquilidad. Si hasta el momento, y una vez dejados atrás el grupo de franceses de la mañana, hemos estado solos, ahora eso no va a pasar. Grupo tras grupo van accediendo a la cima por la vía normal, desde la Brecha de Roland. Mientras bajamos por la marcada senda, intercambiamos impresiones con los españoles, que siempre hay alguno al que le apetece parar y tomar un pequeño descanso en la subida.

Quitando estas paradas, bajamos rápido hacia el Dedo del Taillón, tan rápido que vemos senda en ambos lados y sin pensar nos metemos por la derecha. Sin más, como cualquiera os podrá decir, mejor por la izquierda. Por la derecha tiene bastante pendiente,  la piedra está desecha y alguno lo había utilizado como baño.
Bajando hacia la Brecha. Las vistas son de los mejorcito.
La bajada, inconfundible, del Taillón.
El Dedo, visto ya de cerca.
Los marcados colores de la subida normal al Taillón.
Pasado el Dedo llegamos a la muralla, que mantenemos a nuestra izquierda y seguimos descendiendo hasta la Brecha de Roland. Cruzamos con cuidado de no pisar a ninguno de los que llegan hasta ahí y se dejan caer agotados en las piedras (o beben champán, que de todo hay)
El Dedo, una vez superado.
El redondeado Casco, visto según nos acercamos a la Brecha.
Brecha de Roland y la Punta Bazillac.
Una vez cruzamos al otro lado descendemos en diagonal por el nevero (huella marcada) que cubre el Glaciar de la Brecha. Como hace sol y la nieve está blanda, y además hay mucha huella, no nos ponemos los crampones. Del Glaciar, por cierto,  poco vemos ya.
Bajamos de la Brecha. Esos restos de nieve es lo que queda del Glaciar de la Brecha.
Marboré y Picos de la Cascada. Por ahí anduvimos el año pasado.
Cruzamos la pequeña zona de grandes canchales tras la zona cubierta de nieve y afrontamos la bajada hacia el refugio de Sarradets. Para estas alturas la nieve prácticamente ha desaparecido, así que tras una primer gran zig-zag bajamos por la morrena lateral (senda) hasta casi la puerta misma del refugio y sin pisar nieve.
Más fotos del Circo, como quedan tan bien uno no puede evitar sacar unas cuantas.
Bajada desde la Brecha al refugio. A estas alturas ya no es necesario pisar nieve.
Refugio de Sarradets, tirando de tópico pero cierto, en un marco incomparable.
Del refugio seguimos la senda hacia nuestra izquierda, que nos conduce a la bajada hacia el paso con cadenas que cruza el torrente que baja del Glaciar del Taillón. Como siempre no acertamos con el mejor paso (¿acaso lo hay?). Pero como no lleva mucha agua lo cruzamos sin mojarnos los pies y sin usar las cadenas.
Bajando a cruzar el torrente. Se aprecia el marcado sendero.
Cruzado este  punto de remojo habitual de turistas, excursionistas, montañeros…tomamos el sendero, muy marcado y muy transitado, que faldeando va dejando el Taillón a nuestra izquierda y nos conduce de nuevo al Puerto de Bujaruelo y de ahí al aparcamiento del Col de Tentes. Total casi 8 horas en un bonito día de montaña.
Salvando el torrente.
...y una vez pasado, a flanquear, que aunque el Col de Tentes queda diréctamente frente a nosotros, para llegar aún queda un rato.
Junto al camino, salió a posar a pesar de toda la gente que pasaba.
Y por último, la altimetría del día:

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